En primer lugar, las mallas metálicas pueden ser un revestimiento para paredes interiores o para fachadas exteriores, recreando un volumen o una forma propuestos en el ámbito del proyecto, o acentuando la arquitectura del lugar. Como cerramiento, las mallas metálicas arquitectónicas consiguen crear una envolvente única en los edificios donde se instalan. Puede ser puramente un elemento de diseño o puede aportar una solución de protección solar o de seguridad. También, en escaleras, las mallas Codina pueden rellenar huecos que aportan diseño y seguridad al espacio donde se instalan.

Como elemento divisorio interior, las mallas metálicas pueden ayudar a delimitar espacios interiores, como oficinas o locales comerciales. Dependiendo del modelo elegido, se puede ajustar la transparencia. En algunos proyectos se pueden crear techos con mallas metálicas de gran impacto interior. Las cortinas metálicas se están convirtiendo en un elemento de interiorismo de gran impacto, especialmente en espacios diáfanos que necesitan delimitar zonas por tipo de usuario o para crear un estilo o recorrido interior. Las mallas metálicas Codina pueden instalarse como paneles fijos o correderos según las necesidades del proyecto.

Y por último, al igual que en el caso de las escaleras, las barandillas instaladas en edificios residenciales o de uso público pueden rellenarse con malla metálica para proporcionar seguridad y protección.

Nuestras mallas metálicas pueden encontrarse en edificios públicos y privados -destinados a uso comercial o corporativo-, en estaciones de tren y aeropuertos, en instalaciones deportivas como estadios o en hoteles singulares. Nuestros productos también pueden ubicarse en espacios comerciales interiores, como elementos urbanos de protección, como vallas perimetrales, en mobiliario urbano o como elemento de seguridad adicional en las terrazas y balcones de edificios residenciales.