Negro y dorado, con tres grandes incisiones. Esa es la frase inicial que caracteriza el nuevo edificio de la Escuela de Música del País Vasco. Música, la obra de arquitectura estudio GAZ en un proyecto encabezado por arquitectos Aitor Gurtubay, Asier Atxurra y Unai ZelaietaEl edificio, que recientemente ha sido reconocido con un premio de la Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro, proporcionará el eslabón que faltaba para conectar los distintos lugares clave que actualmente vertebran la educación musical vasca.
Los principales problemas que los arquitectos tuvieron que superar en este proyecto fueron los requisitos muy específicos de la propia escuela y las limitaciones del estrecho terreno, junto con la gran demanda de espacio. Estos desafíos provocaron que las plantas superiores del edificio se extendieran cinco metros más allá de la primera, mientras que esta se adaptó al espacio disponible.
Otro requisito específico era la necesaria compartimentación de las salas de ensayo. Para solucionarlo y optimizar la iluminación en todos los espacios, el estudio de arquitectura creó huecos interiores para garantizar que todas las pequeñas salas individuales se beneficiaran de la luz natural gracias a los paneles dorados perforados.
La elección de colores para el edificio evoca los de los instrumentos que albergará, desde el exterior lacado en negro hasta el cristal dorado de las fachadas interiores. Además del imponente exterior, el interior gira en torno a la sala de conciertos principal, punto desde el que se extiende todo el edificio.
Fuente de la imagen: irekia.euskadi.eus